Si desea ver algunas de las tumbas de Licia más interesantes de Turquía, le recomendamos la antigua ciudad de Myra, situada en la ciudad de Demre.

Además de sus singulares tumbas excavadas en los acantilados, Myra es conocida por su acrópolis y su teatro de estilo romano. Ciudad que data de la antigüedad, Myra ha acumulado una rica historia y cultura a lo largo de los siglos y estaba considerada como una de las seis principales ciudades de la antigua Licia. También por su ubicación a lo largo de la Ruta Licia, las ruinas preservadas de esta antigua capital de Licia se han convertido en una interesante visita para los turistas nativos y extranjeros. Una visita a Myra es un verdadero y maravilloso viaje a través de la historia.

Los orígenes exactos de la existencia de Myra siguen siendo desconocidos, aunque se cree que algunas de sus ruinas se remontan al siglo V A.C. ¡Es decir, hace unos 2.500 años! Las detalladas excavaciones e inscripciones son una muestra de la herencia griega y licia de Myra, mientras que la arquitectura del glorioso teatro le recordará la influencia romana. Situada junto al río Myros y rodeada de tierras fértiles, Myra fue en su día una próspera ciudad que cosechaba los frutos de la agricultura. La ciudad alcanzó un considerable desarrollo en el siglo II D.C. y fue nombrada capital de Licia en el siglo V, hasta que fue conquistada por el califa Harun al-Rashid en el año 808 D.C.

En la actualidad, Demre sigue siendo una región agrícola próspera, donde los tomates son el principal producto y los cítricos crecen en abundancia. La mayor parte de la antigua ciudad ha sido cubierta por sedimentos aluviales, aunque se pueden ver numerosas ruinas en todo Demre gracias a las excavaciones. Al llegar a Demre, unas señalizaciones le guiarán hasta la entrada de Myra. Una vez que entra al complejo arqueológico y explora las ruinas desde las alturas, los dos mundos comienzan a colisionar, ya que cientos de invernaderos de color blanco nacarado surgen en los alrededores de las ruinas.

Vistas:

A primera vista, el teatro al aire libre parece algo pequeño, pero en realidad era el más grande de toda Licia. Una vez en su interior, sus percepciones cambiarán sin duda, y es inevitable imaginar cómo cobraba vida hace siglos en la época de los gladiadores. Después de un periodo de restauración, los visitantes pueden disfrutar de este teatro en forma de semicírculo sentándose en las gradas como un espectador más, o paseando (con cuidado) por la estructura bien preservada. Es aquí, en la cima del teatro, donde se puede disfrutar de las vistas panorámicas de Demre.

Igual de llamativas (si no más) son las intrigantes tumbas de roca con fachadas que emulan la arquitectura de madera. Estas singulares tumbas griegas y licias están misteriosamente repartidas entre las pronunciadas laderas irregulares de los acantilados. Aun así, hay dos necrópolis principales que se pueden encontrar aquí; una al sur y otra al este de la acrópolis. Los estatus sociales de los ocupantes de las tumbas se reflejaban en las diferencias de diseño, aunque éstas son poco visibles hoy en día. Tómese su tiempo para descubrir las diferentes tumbas y maravillarse con su origen.

¿Sabías que? En el siglo IV, un sacerdote llamado Nicolás fue nombrado obispo griego de Myra. Debido a su carácter generoso y solidario, era bien acogido por el pueblo licio. Tras su muerte, se le nombró Santo Patrón y es el verdadero hombre detrás de la leyenda de Santa Claus (o Sinterklaas en holandés). Se construyó una iglesia en su nombre, que se encuentra a poca distancia de las ruinas de Myra. Muchos turistas y peregrinos acuden a la Iglesia de San Nicolás para rendir homenaje a este legendario santo.

La antigua ciudad de Myra se encuentra aproximadamente a 1,5 km del centro de la ciudad de Demre, situada en la carretera Kaş-Finike. Además de algunas tiendas a lo largo de la entrada, frente a las antiguas ruinas de Myra hay varios cafés donde se puede disfrutar de una sabrosa bebida caliente o fría mientras se reflexiona sobre lo que se acaba de experimentar.